Cuernavaca, MORELOS.- Entre los rincones emblemáticos, lleno de historias y leyendas en la ciudad de Cuernavaca, se encuentra el Callejón del Diablo. La vereda angosta que conecta a las calles Francisco I. Madero y avenida José María Morelos y Pavón, en el corazón de la capital, continúa considerándose punto referencial en torno al origen de la Eterna Primavera.
Según inscripciones documentadas en el Códice Municipal de Cuernavaca y en las placas colocadas en la entrada y salida de la vereda, así como en la esquina del puente, se relata que el famoso Callejón del Diablo surgió tras un pasaje histórico en el que conquistador Hernán Cortes cruzó el entonces voladero de cinco metros de longitud montado en su caballo Rucio, cuando era perseguido por guerreros tlahuicas; la leyenda dice que el demonio ayudó al español a salvar su vida, ya que su corcel cruzó de un salto y sin problemas al otro lado de río una tarde de 1675.
Tras el suceso, el conquistador mandó a construir un puente, el cual actualmente es el paso obligatorio para decenas de automovilistas y transeúntes. Son cerca de 20 metros que separan al puente de la barranca de Amanalco; algunas personas dicen que el histórico lugar es la puerta a los mantos de agua de la capital morelense, y que allí inicia la verdadera Cuernavaca.
Con el paso de los años y a pesar de conocer la leyenda, la llegada de trabajadores esotéricos al lugar trajo consigo nuevas formas de ver a la vereda; algunos vecinos dijeron que todavía hay personas que preferen no pasar por el lugar puesto que tenían extrañas sensaciones extranormales, mientras que otros prefieren seguirse de largo antes que entrar al lugar que tiene el nombre del “Rey de Mal”.
No obstante, los sucesos históricos y la práctica de magia son aspectos que han dado identidad al popular sitio, referenciandolo como parte emblemática para conocer el pasado y el presente histórico de la Eterna Primavera.
Según inscripciones documentadas en el Códice Municipal de Cuernavaca y en las placas colocadas en la entrada y salida de la vereda, así como en la esquina del puente, se relata que el famoso Callejón del Diablo surgió tras un pasaje histórico en el que conquistador Hernán Cortes cruzó el entonces voladero de cinco metros de longitud montado en su caballo Rucio, cuando era perseguido por guerreros tlahuicas; la leyenda dice que el demonio ayudó al español a salvar su vida, ya que su corcel cruzó de un salto y sin problemas al otro lado de río una tarde de 1675.
Tras el suceso, el conquistador mandó a construir un puente, el cual actualmente es el paso obligatorio para decenas de automovilistas y transeúntes. Son cerca de 20 metros que separan al puente de la barranca de Amanalco; algunas personas dicen que el histórico lugar es la puerta a los mantos de agua de la capital morelense, y que allí inicia la verdadera Cuernavaca.
Con el paso de los años y a pesar de conocer la leyenda, la llegada de trabajadores esotéricos al lugar trajo consigo nuevas formas de ver a la vereda; algunos vecinos dijeron que todavía hay personas que preferen no pasar por el lugar puesto que tenían extrañas sensaciones extranormales, mientras que otros prefieren seguirse de largo antes que entrar al lugar que tiene el nombre del “Rey de Mal”.
No obstante, los sucesos históricos y la práctica de magia son aspectos que han dado identidad al popular sitio, referenciandolo como parte emblemática para conocer el pasado y el presente histórico de la Eterna Primavera.
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