Y seguirá coleando. El asesinato de Federico García Lorca es uno de los grandes misterios de nuestro país, y los nuevos datos revelados por la Cadena Ser y eldiario.es no se sabe muy bien si arrojan luz u oscuridad sobre el asunto. Ambos medios publican esta mañana un informe redactado por la policía franquista en junio de 1965 a raíz de una petición oficial de una amiga personal del poeta, Marcelle Auclair, en un intento por obtener más información sobre los hechos.
La insistencia de la francesa provocó un revuelo que puso en alerta a las autoridades españolas. Se dirigió personalmente a la embajada española en París, que puso el asunto en manos del ministro de Asuntos Exteriores de la época, Fernando Castiella. Este contactó con el ministro de la Gobernación, Camilo Alonso Vega, donde se mostraba partidario de llevar a cabo todo el proceso y además, especificaba que el ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, estaba al corriente de todo lo que estaba sucediendo.
En el documento, con fecha de 9 de julio de ese mismo año, se explica que Lorca fue asesinado junto a otra persona tras “haber confesado”, sin especificar el contenido del secreto revelado. A continuación, se le define como “socialista”, “masón perteneciente a la logia Alhambra” y se le atribuyen “prácticas de homosexualismo, una aberración que llegó a ser vox pópuli, pero lo cierto es que no hay antecedentes de ningún caso concreto”.
La confusión es tal que ni la propia 3ª brigada regional de investigación social, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Granada y encargada de la redacción de la misiva, se aclara: “Enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a dos kilómetros a la derecha de Fuente Grande, un lugar que se hace muy difícil de localizar”. Allí fue “pasado por armas” tras haber sido detenido en casa de sus amigos los hermanos Rosales.
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