domingo, 12 de febrero de 2017

Las parafilias que más nos ponen a los gays


(+18) Todos hemos tenido alguna vez deseos eróticos inconfesables. Pensamientos muy calientes que nos han llevado a imaginar y protagonizar las escenas más tórridas y subidas de tono. Pasivos o activos, buscamos satisfacer nuestros deseos libidinosos más ocultos. Como la historia del Doctor Jekyll y Mister Hide es problable que ante una apariencia tierna y hasta dulce de un nuevo amigo que nos acaban de presentar se esconda una fiera indomable, amante del castigo o un aficionado a propinarnos pícaros azotes, ¿quién sabe?. Casi todos tenemos una doble personalidad oculta, sólo necesitamos un estímulo para sacarla a flote.
Las parafilias van de la mano de la historia de la humanidad, algunos las catalogan como enfermedades, otros como otra opción sexual, tan válida como cualquiera. La fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad. Las parafilias se consideran inofensivas y, de hecho, de acuerdo a algunas teorías psicológicas, son parte integral de la psique normal, salvo cuando están dirigidas a un objeto potencialmente peligroso, dañino para el sujeto o para otros, o cuando impiden el funcionamiento sexual normal. Sea como sea, si eres amante del cuero, te pone que te peguen o ser dominado en tus relaciones íntimas, vamos a repasar las principales parafilias que más nos ponen a los gays. En el listado incluimos algunas con nombres absolutamente imposibles pero en el sexo ya se sabe que la imaginación es nuestra única frontera y las relaciones consentidas entre adultos, la única regla, ¿te atreves a descubrir tus límites?.
Agrexofilia: Es algo parecido al voyeaur pero sólo usando el sentido del oído. Por ejemplo ver porno, pero sin imágenes, solo sonidos.
Albutofilia: La excitación de los que practican albutofilia proviene del contacto con el agua. Imagina la escena: pensar en el chulazo que conociste mientras te haces una paja bajo el agua de la ducha en casa. Un consejo: procura tener la puerta bien cerrada.
Alorgasmia: Se trata de fantasear durante el acto sexual con otra persona que no sea la pareja. Seguro que te ha pasado en alguna ocasión pero si tienes a alguien especial en tu vida y te pasa habitualmente, es posible que necesites un cambio.
Altocalcifilia: Si te gusta ponerle a tu chico unos tacones bien altos a la hora del sexo y llegar al orgasmo mientras se los chupas. Si eres un fetichista, procura que estén bien limpios.
Amomaxia: ¿Quién no haya tenido sexo dentro de un coche que tire la primera piedra?. Es una experiencia muy excitante y económica pero cuando se convierte en una costumbre y sólo quieres hacerlo con el coche estacionado, eres un ‘amomaxista’.
Anastimafilia: Si te ponen los entraditos en carne o las lorzas en exceso ya sabes cómo se llama tu filia.
Androginofilia: Hay gente a la que le apetece probar experiencias diferentes e intensas. Éste es el caso de aquellos que les pone tener sexo con un travesti. Hay mucho reprimido por el mundo y esta filia es aplicable para que los que entendemos como para aquellos que se autodefinen como heteros de pura raza.
Anisonogamia: Es la atracción por una pareja sexual mucho más joven o mucho mayor. A mí me encanta ver torsos torneados y piernas hercúleas. No creo en el refrán: “La arruga es bella”.
Anofelorastia: A este grupo lo que le pone a tono es la profanación de objetos considerados sagrados como usar crucifijos de gran tamaño para usarlo como juguetes eróticos, por ejemplo.
Autoasfixiofilia o autoestrangulación erótica: El clímax se alcanza al ser asfixiado durante el acto sexual. La falta de oxígeno al cerebro hace que se alcance un placer más intenso. Cuidado con esta práctica, no te pases no te vaya a ocurrir lo que a David Carradine.
Autopederastia: Se trata de insertar el pene en el propio ano. Aunque parezca imposible hay por el mundo alguno que se ha llegado a quitar costillas para autosatisfacerse.
Avisodomía: Se trata de una variante de la zoofilia. Se logra la excitación sexual con todo lo que tenga plumas: gallinas, patos, gansos… Conozco a alguno que, al no comerse una rosca, se han decantado por esta opción.
Chezolagnia: Se trata de una práctica que resulta curiosa y cochina. La masturbación durante la defecación. Vamos inténtalo, no es tan fácil como crees.
Coprofilia: No queremos ser escatológicos pero se trata del amor por la mierda o sea que te excite comer caquita. Sobre gustos erotico-alimentarios nada se ha escrito.
Caricatufilia: En este caso, la excitación se obtiene viendo caricaturas. Hay mucho aficionado al Anime o Hentai japonés gay.
Enditofilia: Es el caso de los que le pone ver a su pareja vestida en vez de desnudo. Muy común entre religiosos.
Cruisinfilia: Es lo mismo que practicar sexo con desconocidos en lugares abiertos como playas, parques o sitios recónditos donde cualquiera te pueda pillar. Hay reside lo picante de esta práctica.
Fetichismo: a esta parafilia se le define como la obtención del placer o excitación sexual a partir de objetos inanimados, por ejemplo zapatos o ropa íntima o con partes del cuerpo (pelo). El orgasmo puede ser espontáneo al ponerse en contacto con el fetiche o por la masturbación o la cópula en presencia del fetiche.
Fitofilia: La excitación se alcanza por la estimulación con plantas, verduras o frutas.
Frotismo (froteurismo): La persona obtiene placer sexual únicamente rozando sus genitales contra personas desconocidas, aprovechando lugares muy concurridos como un autobús atestado o el metro en hora punta.
Furtling: Aunque parezca extraño se trata de lograr la excitación metiendo un dedo a través de un agujero cortado en la zona genital de una foto o dibujo.
Iatronudia: La excitación se logra desnudándose ante el médico, generalmente fingiendo una dolencia. Mi médico de la Seguridad Social está buenorro así que voy a poner en práctica esta filia.
Lluvia dorada o ducha dorada: La única excitación proviene de orinar o ser orinado por la pareja. Sin palabras.
Macrogenitalismo: Son aquellos a los que les excita un pene muy grande y sólo pueden correrse con parejas que tengan un “buen armamento”.
Masoquismo: es la parafilia que se complementa con la del sadismo en donde la persona tiene gran placer sexual al ser agredida físicamente, además de ser sometida por su agresor. Para Freud los masoquistas tienen fantasías destructivas que vuelven contra sí mismos.
Neofilia o exofilia: Fetiche por lo inusual o bizarro, algo así como excitarse por ver películas de David Lynch.
Sadismo: En esta parafilia la persona tiene gran placer sexual y excitación al agredir, someter, sobajar a su pareja.
Vouyerismo o escoptofilia: Consiste en obtener placer sexual observando los órganos sexuales y las actividades sexuales de otros. Los vouyeristas se masturban mientras observan el evento. No le gusta ir a playas nudistas donde es permitido ver el cuerpo desnudo, le excita lo prohibido de la acción. En el adolescente el vouyerismo es normal como parte de la búsqueda de excitación sexual.
Zoofilia o bestialismo: Consiste en obtener el placer sexual con los animales, se refiere específicamente a copular con ellos. La zoofilia puede presentarse de forma ligera en algunas personas y es de forma transitoria. La bestialidad se presenta más comúnmente en individuos que viven en áreas rurales que se hallan socialmente aisladas, tiene una personalidad esquizoide o son francamente sicóticos o retardados mentales.Los animales más comúnmente involucrados son los domésticos, pero también han sido los de granja. Esta práctica puede no ser considerada una parafilia sino una práctica “normal” en algunas culturas.

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