En un nuevo clip para el Festival Internacional de Cine de Toronto, el autor del libro Andre Aciman discute la importancia del momento para la relación de Elio y Oliver, y por qué se desarrolló de forma ligeramente diferente en la película.
"La escena del melocotón es muy esencial, en parte porque es muy impactante, pero también al mismo tiempo porque es el momento más íntimo entre los dos hombres", explica.
"En el libro, Oliver se come el melocotón y dice: 'Quiero cada parte de ti. Si vas a morir, quiero que parte de ti se quede conmigo, en mi sistema, y así es como voy a hacerlo '. Entonces es un momento muy poderoso.
"En la película, simplemente pone su dedo y casi lo lame, y eso es lo suficientemente bueno para el cine, no necesitamos ver más".
André explica que a pesar del torpe erotismo del melocotón, la parte más importante de la escena es la reacción contradictoria de Elio después, donde se descompone y le dice a Oliver que no quiere que se vaya.
"Es un momento magnífico, y la película hace esto todo el tiempo", continúa.
"Toma un momento muy físico casi de lujuria, y encuentra su equivalente emocional de inmediato, por lo que nunca te permite pensar en lo físico sin darte el contrapunto emocional".
"La escena del melocotón es muy esencial, en parte porque es muy impactante, pero también al mismo tiempo porque es el momento más íntimo entre los dos hombres", explica.
"En el libro, Oliver se come el melocotón y dice: 'Quiero cada parte de ti. Si vas a morir, quiero que parte de ti se quede conmigo, en mi sistema, y así es como voy a hacerlo '. Entonces es un momento muy poderoso.
"En la película, simplemente pone su dedo y casi lo lame, y eso es lo suficientemente bueno para el cine, no necesitamos ver más".
André explica que a pesar del torpe erotismo del melocotón, la parte más importante de la escena es la reacción contradictoria de Elio después, donde se descompone y le dice a Oliver que no quiere que se vaya.
"Es un momento magnífico, y la película hace esto todo el tiempo", continúa.
"Toma un momento muy físico casi de lujuria, y encuentra su equivalente emocional de inmediato, por lo que nunca te permite pensar en lo físico sin darte el contrapunto emocional".
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